La que antes fuera la Casa de Diligencias y puerta de entrada a Pátzcuaro, alberga hoy el Hotel Ibarra 14. Este casco de ex hacienda que se ha ido reinventando con los años, nos recibe con una arquitectura tradicional de Pátzcuaro que reluce con las vigas y columnas de madera que rodean su patio central.
Los ingredientes locales aportan el toque familiar a su restaurante, aunque la ruta de su cocina se inclina con destreza por el rumbo mediterráneo que podemos disfrutar en sus pastas y pizzas y acompañar con un excelente vino.
Al llegar al patio trasero, que también sirve como salón de eventos, nos encontramos con un centenario cedro que se posa gigante en el centro, testigo no solo del paso del tiempo, sino de los enlaces, presentaciones o celebraciones que bajo sus sombra se han celebrado.
Al interior de las habitaciones, la sensación de lujo relajado se hace presente en su moderna decoración y los amenities ecológicos que encontramos en sus baños.
Si bien, las políticas de la época fueron reduciendo la extensión de esta hacienda que comenzaba a orillas del lago, los muros de Ibarra 14, albergan años de historia: vieron pasar los telegramas que de aquí se distribuían en la región, las vías del tren y los cargamentos de productos, por eso se agradece que en sus renovaciones, se reconozca el mérito de los maestros albañiles que le devolvieron la vitalidad a este lugar que sigue siendo un punto de partida para conocer Pátzcuaro.
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